Llueve…
… Y me dieron ganas de saltar sobre los charcos, pero me lo reservo para cuando tenga compañía.
En este momento recuerdo una larga conversación que tuve anoche. En la que sentía que cada segundo que pasaba alguien se alejaba más de mí. Y esto ya se ha convertido en una insufrible rutina, ya no me basta con perder el móvil o las llaves, ahora también personas. Y estas últimas duelen más.
Quién me iba a decir esto a mi hace meses, cuando pensaba que todo era de otra manera, que había superado el bache de la perdida, pero no. Ha vuelto, y con más fuerza.
Necesito salir de aquí, necesito abrir los ojos y despertar en otro lugar. Sé que este sentimiento es solo cuestión de tiempo, un día, dos… o tal vez algún par de semanas. Solo tengo que volver a encontrar la fuerza y perseverancia, ese loco optimismo escondido en algún lugar que no encuentro.
Hace 4 años
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