lunes, 3 de noviembre de 2008

Final Agridulce


Se acabaron los domingos sin corazón, y las promesas al amanecer.

Ayer me propuse escribir sobre este fin temporada agridulce, pero ayer después de la carrera lo veía todo muy negro.

Solo hacía falta un milagro para que Massa ganara y estuvo cerca, muy cerca pero por 300 metros, por una curva en la útlima vuelta... se acabo el sueño.
Vettel lo decide, Massa cruza la línea primero, Glock la jode...Hamilton se lleva el Mundial. La alegría momentánea de la familia de Massa y profunda tristeza en sus ojos, por el contrario, en el Box de McLaren la alegría reina.

Te aseguro que esto vuelve loco a cualquier ser humano.

Las lágrimas en los ojos de Massa resumen un final de temporada dramático que, sin embargo, les deja un sabor agridulce a las balas rojas: han ganado el título de constructores. Kimi Räikkönen pudo presionar a Alonso y conseguir un doblete final, pero recibió una recomendación de su equipo para que no se arriesgara con el español, pues podría haber comprometido el entonces mundial de Massa (un abandono de Alonso o Kimi le habría dado automáticamente el mundial a Hamilton).

Hamilton se lleva el título, y nadie se lo puede negar, da igual que sea por un centímetro o un kilometro. Ganar es ganar. Pero me quedo con una frase que dijo Ayrton Senna, que sabía más de esto que yo, y fue muy grande.
“Todos los años hay un campeón, pero no siempre hay un gran campeón.”

No hay comentarios: